Recordar lo ya sabido®

Acceder a la sabiduría interior propicia la libertad y el empoderamiento.

La semilla no es el árbol, así como el árbol no es el bosque; pero la semilla sabe cómo ser árbol y el árbol sabe cómo ser uno con el bosque. Las personas no somos muy distintas a esto; también disponemos de la información necesaria para crecer y desplegarnos en comunidad, pero por diferentes motivos olvidamos lo ya sabido y sólo escuchamos ruido donde antes había un mensaje claro.

Para recuperar aquel mensaje olvidado hay quienes enseñan a buscarlo dentro y están quienes instruyen para encontrarlo fuera. Prefiero los primeros. Éstos confían en la tendencia de las personas a Ser la mejor versión de sí mismo, respetan las singulares bifurcaciones de cada proceso de aprendizaje, creen que sabremos “ser uno con el bosque” accediendo a la sabiduría contenida en nuestro “simiente”, propician la libertad y el empoderamiento.

No obstante, recordar lo ya sabido no es cerrarse a lo que viene de afuera.

Todos alguna vez experimentamos la sensación de ya saber algo que estamos escuchando por primera vez, esto ocurre cuando lo externo vibra en la misma frecuencia de lo interno. Hay acciones, gestos o palabras capaces de redimir del olvido aquellas mismas acciones, gestos o palabras que ya estaban dentro.

Es útil una actitud permeable. Pero abrirse teniendo claro que la utilidad de lo externo se valida en tanto sea capaz de disipar el ruido y ayude a recordar, escuchar y hacerle caso a lo que supimos desde siempre.

Juan A. Currado

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