Después del caos ©
Cuando una etapa llega a su máximo nivel de evolución, cuando ya dio todo lo que podía dar: algo comienza a rasgarse, son puertas de entradas hacía un nivel superior al que se está. En un primer momento puede dar miedo, ya que el seguro mundo construido deja de ser predecible, pero es ahí cuando hay más posibilidades de creación.
Lo nuevo rara vez aparece en momentos de extremo orden y estabilidad. A mayor orden y estabilidad en un sistema menor es la cantidad de opciones que se tiene, si todo es predecible no queda espacio para lo nuevo. Para producir un nuevo orden se requiere de un desorden previo.
En el idioma chino la palabra “crisis” está compuesta por dos ideogramas que significan “peligro” más “oportunidad”. Y esto es así porque en un momento de crisis, cuando todo parece caótico, es cuanto más cerca se está de hacer un importante cambio.
Aunque puede dar vértigo la inestabilidad propia del desorden, es en el borde del caos donde está la mayor posibilidad de transformación, hay ahí una gran dosis de libertad y de nuevas oportunidades, es el momento óptimo para seguir evolucionando.
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