Darse tiempo ©
Al río no hace falta empujarlo para que llegue al mar.
Allí donde está la atención va la energía. Estamos donde está nuestra atención y nos re-unimos a aquello donde ponemos atención.
Para el manipulador, el otro es un medio para satisfacer su necesidad. Pero, lo que quiere queda oculto.
Tal vez una meta no esté hoy a nuestro alcance. Pero, si por eso no renunciamos ella, es más probable que mañana encontremos la manera de llegar.
El dejar de jugar para aprender, más que condición para el aprendizaje, es indicador de la incapacidad que los adultos tenemos para encontrar nuevas formas de seguir aprendiendo jugando.
Cada frustración/desengaño nos avisa que necesitamos ajustar el “lente” a través del cual percibimos.
Se puede mejorar la relación con los otros. Claro que, para eso, también hay que mejorar la relación con uno mismo.