Compromiso con el deseo ©

Escucharse lo que uno precisa o desea, implica, de algún modo, el compromiso de ser consecuente con lo que se escucha. Pero, no siempre se está en condiciones de hacer “ya mismo” aquello que se precisa o desea. Entonces, para eludir la culpa de no ser consecuente, puede que se ignore lo escuchado… o que se opte por no volverse a escucharse. Sin embargo, este proceder, a mediano o largo plazo, puede derivar en abulia, apatía o resentimiento. Pero, hay otra opción. Veámosla con un ejemplo: Cuando escuchamos a un niño que nos pide algo y nos resulta imposible dárselo en ese momento, le explicamos que ya mismo no podemos, pero que más tarde o mañana se lo daremos. Similar a esto, al escucharnos, digámonos con total honestidad “ahora mismo no puedo hacer lo preciso o deseo, pero me comprometo a utilizar todos los recursos que están a mi alcance para hacerlo en el menor tiempo que me sea posible”.

Lo que más nos frustra no siempre es no obtener “ya mismo” lo que necesitamos o deseamos, sino el no escuchar o no legitimar esa necesidad o deseo. En la medida que nos comprometamos con lo escuchado, reconforta saber que nos estamos haciendo caso y que avanzamos en la dirección correcta al ritmo de nuestras posibilidades. 

Tal vez una meta no esté hoy a nuestro alcance. Pero, si por eso no renunciamos ella, es más probable que mañana encontremos la manera de llegar.   

Juan A. Currado

© Registro Propiedad Intelectual. El texto “Compromiso con el deseo” puede compartirse únicamente citando a su autor: Juan A. Currado. No puede difundirse con el material modificado. Ni debe ser utilizado con finalidad comercial.

Share