Jugar como Messi ©
No soy futbolero, pero no hace falta serlo para admirar como algunos jugadores hacen parecer muy fácil lo muy difícil. Tal es el caso de Lionel Messi. Quienes saben de futbol, dicen que, una particularidad de Messi, es correr a gran velocidad con zancadas cortas y manteniendo la pelota tan cerca que parece “pegada” al cuerpo; esto le permite cambiar constantemente la trayectoria de la pelota… lo cual desconcierta, una y mil veces, a quienes tiene en frente. Esto, me dió a pensar que algo parecido ocurre con toda meta y con sus recorridos para concretarlas:
Cuando Messi “gambetea” de un lado para otro, no se olvida para donde está yendo, su objetivo es llegar al gol. Es necesario tener metas claras. Pero, por más habilidad que se tenga, rara vez se convierte un gol de media cancha, es paso a paso como se llega al otro arco. Es fundamental confiar en el proceso.
Si Messi, por apuro de convertir el gol, tirase la pelota demasiado lejos de donde está… perdería el dominio del juego y le restaría margen para, acorde a lo que hacen los otros jugadores, reacomodar paso a paso su jugada. Sirve imaginar la trayectoria y pasos requeridos para llegar donde se quiere, pero es imposible anticipar todo lo que pueda suceder. Planificar sí, pero predispuesto a ir cambiando según como todos los demás se vayan moviendo en la cancha. Es más fácil “gambetearle” a los obstáculos si los pasos son cortos y no demasiado largos; además, eso permite enfocarse más en lo que está ocurriendo y menos en lo que se supone que ocurrirá. Un plan es sólo un plan y, como como tal, tiene que ser lo suficientemente flexible para hacer cambios rápidos… tantos como los que requiera los imprevistos el juego. Saber transformar la realidad es tan útil y necesario como saber adaptarse a ella.
Messi es rápido. Aunque, muchas veces, la velocidad de sus jugadas no está dada por lo rápido que corre, sino por parar la pelota en el momento justo. Acelerar no siempre garantiza llegar antes, para ser rápido también hay que saber dónde y cuándo frenar.
Una reflexión más: Messi no sería Messi si jugase solo, hasta él necesita compañeros con quienes asociarse durante el partido. Como dice un proverbio: Si caminas sólo irás más rápido, pero si caminas acompañado llegarás más lejos. Recordemos que el futbol, como la vida, es un juego en equipo.
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